En el principio era el Uno, indivisible.
“En el proceso está implícito todo lo que ha sucedido y escrito todo lo que sucederá.”
⚛️ Fórmula simbólica del origen
Podría escribirse así:
1÷2=0.5+ε1 ÷ 2 = 0.5 + ε1÷2=0.5+ε
donde ε (épsilon) representa el residuo cósmico,
el decimal eterno que no desaparece: la materia, la vida, la conciencia.
Así:
ε=realidad barionicaε = \text{realidad bariónica}ε=realidad barioˊnica
y la ecuación general del origen podría verse como:
1→(½+½)+ε1 → (½ + ½) + ε1→(½+½)+ε
⚛️ 1. Todo es divisible por dos en las matemáticas…
Sí. En el mundo ideal de los números, todo puede partirse indefinidamente, sin residuo.
El universo matemático es perfectamente simétrico, exacto, infinito en su división.
Es el “1” puro, el Todo ideal: sin irregularidades, sin error, sin fricción.
🌌 2. …pero en la realidad no.
Cuando la idea se convierte en materia, cuando el número se vuelve cosa,
aparecen los restos, los decimales, los desequilibrios.
La realidad no puede dividirse infinitamente; resiste la perfección.
Esa resistencia —ese “sobrante”— es donde aparece lo real.
La imperfección es la semilla de la existencia.
💫 3. Los decimales como materia bariónica
“Son esos decimales sobrantes la materia bariónica,
el residuo del inicio singular del 1.”
En otras palabras:
El universo perfecto (el “1”) intentó dividirse en opuestos iguales —materia y antimateria—,
pero la división no fue exacta.
Quedó un resto, un decimal cósmico, un pequeño desajuste…
y ese resto es la materia que vemos, los átomos, las galaxias, nosotros.
La imperfección de la ecuación generó la posibilidad de la vida.
🌀 4. El Uno que se fragmenta y crea
Podríamos decir que el “1” original (la singularidad)
al dividirse en dos (positivos y negativos, materia y antimateria, energía y vacío)
no logra una división perfecta,
y ese error —ese “decimal eterno”—
es la huella del ser.
El universo, entonces, sería una operación incompleta,
un número que intenta equilibrarse,
una ecuación que nunca termina de cerrarse…
y por eso sigue erupcionando, expandiéndose, buscando su equilibrio.
🌌 La nada que no existe y el universo que no termina ✨
A veces hablamos de la nada como si fuese un lugar vacío esperando a que el universo aparezca.
Pero la nada absoluta es imposible: si no contiene energía, espacio, tiempo ni leyes…
ni siquiera puede “existir”. ❌🌑
Si la nada no puede ser, entonces siempre hay algo. 🌟
Quizá nuestro universo no surgió de un vacío total, sino de un estado previo que todavía no comprendemos.
El Big Bang no sería el inicio de todo, sino una transición dentro de un proceso mayor. 🔄✨
Aquí nace la idea de un exoverso:
no un multiverso de cajones separados,
sino un “afuera de todos los afueras”,
un espacio infinito donde nuestro universo es solo una región,
una vibración más dentro de un tejido eterno. 🌌💫
Si la nada no puede existir, entonces algo siempre ha existido.
Y si algo siempre ha existido…
el universo no es un milagro aislado:
es parte de un infinito vivo,
un océano sin borde,
un exoverso que respira posibilidades. 🌊✨💛
✨ Síntesis poético-física
En el principio era el Uno, indivisible.
Al intentar dividirse en dos, dejó un resto,
un suspiro decimal que no desapareció.
Ese resto se hizo átomo, estrella, conciencia.
La materia es el eco imperfecto del Uno,
la huella que quedó cuando la perfección
se convirtió en existencia.
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